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ESPECTACULOS. Los espectadores no sabían que esperar cuando apareció entre el público un hombre con rasgos orientales, una cabellera larga completamente blanca, un sombrero de copa y un paraguas abierto que de su punta más alta lanzaba gran cantidad de burbujas.
Fue el comienzo de Bubble Bubble, la propuesta que presenta Okuda Masashi del Japón dentro del Festival Internacional de Teatro de Manizales, que este año cuenta con Asia como invitada de honor, tanto en su programación de sala como su propuesta gratuita de calle.
Durante 20 años, y con la paciencia que caracteriza a la cultura a la cual él pertenece, ha trabajado el mundo de las burbujas para montar un espectáculo que ha asombrado a medio planeta, y ahora fascinó a los manizalitas que no perdieron detalle de los cerca de 50 minutos que duró el espectáculo.
No es la primera vez que Masashi visita el país. En años anteriores ha participado en festivales de Bogotá y Medellín. Ahora, cruzando los 52 años, llega a Manizales con sus espectaculares bombas.
No es fácil armar todo un espectáculo entorno a las bombas de jabón, las que aparecen en un instante y desaparecen en menos de un segundo, pero Masashi lo logra, y de qué manera, logrando cosas simplemente asombrosas.
Es una mezcla entre ser mimo, clown y mago, donde empieza a intentar con trucos fallidos de magia y de un momento a otro sorprende con un momento cómico o sencillamente con un acto asombroso e inexplicable para la gente.
En el show logra hacer bombas gigantes que alcanzan los dos metros, hasta las diminutas bombitas, unas dentro de otras, en cadena y muchas de ellas llenas de humo con la que realizaba diferentes figuras, siempre en contacto directo con el público.
Bubble Bubble no tiene edad para ser disfrutado, desde los estudiantes de la Universidad de Caldas, hasta la gente que se encontró en la Plaza de Bolívar, donde deleitó a grandes y a chicos.
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