Un grupo de trabajadores descansa en frente de una gigantesca silla de 7,41 metros de alto al frente de una fábrica de muebles en la ciudad siberiana de Abakan. La silla fue certificada por los récords Guinness como la más grande de Rusia.(Foto: REUTERS | Ilya Naymushin)
Un grupo de trabajadores descansa en frente de una gigantesca silla de 7,41 metros de alto al frente de una fábrica de muebles en la ciudad siberiana de Abakan. La silla fue certificada por los récords Guinness como la más grande de Rusia.
Los hombres no solo quieren llegar "más lejos, más alto, más rápido", como aseguraba el barón Pierre de Coubertin, fundador de los Juegos Olímpicos modernos, quien sintetizaba en tres frases las intenciones de la humanidad de superarse a sí misma.
También hay marcas más "inútiles" pero no por ello menos interesantes. En California, por ejemplo, poseen el récord de la mayor cantidad de personas luciendo una máscara mientras que en Siberia tienen la silla más alta del mundo y en Japón la montaña rusa con el mayor grado de inclinación.
Asimismo, el hombre más bajo del mundo vive en Filipinas y la mujer con mayores perforaciones en su cuerpo es una rubia que se sometió a una sesión de "tortura" voluntariamente en Las Vegas.