En Pueblo Rico, Risaralda, se registró un hecho muy curioso. El alcalde entregó como premio en un campeonato de microfútbol dos marranos y medio. Pero además licitó la compra de los chanchos a través de la página de contratación del gobierno.
La honestidad es la mejor política y en Pueblo Rico, Risaralda su alcalde fue quien primero puso este dicho en práctica. El motivo: los torneos de futbol y microfútbol del municipio. El argumento: los competidores ya no querían recibir más trofeos ni medallas y así nació la idea de una suculenta marranada.
Pero ni el apetito voraz de los jugadores pudo evitar que la compra de los 3 cerdos con los que la administración premiaría a los campeones se hiciera a las carreras. De modo que en su momento se abrió una licitación y para evitar habladurías la convocatoria se publicó en la página oficial de contratación.
Un granjero de la zona fue el elegido. la adjudicación se hizo con todos los requisitos y la premiación del campeonato con todas las de la ley. El recto proceder del mandatario es hoy motivo de orgullo para los puebloriqueños y un buen precedente de como transparencia y festejo pueden ser compatibles para evitar la corrupción.
Pero ni el apetito voraz de los jugadores pudo evitar que la compra de los 3 cerdos con los que la administración premiaría a los campeones se hiciera a las carreras. De modo que en su momento se abrió una licitación y para evitar habladurías la convocatoria se publicó en la página oficial de contratación.
Un granjero de la zona fue el elegido. la adjudicación se hizo con todos los requisitos y la premiación del campeonato con todas las de la ley. El recto proceder del mandatario es hoy motivo de orgullo para los puebloriqueños y un buen precedente de como transparencia y festejo pueden ser compatibles para evitar la corrupción.
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