BOGOTA. Gina Parody es la única candidata mujer a la alcaldía de Bogotá. Hoy pelea el triunfo con Enrique Peñalosa y Gustavo Petro, que según las más recientes encuestas puntean en la intención de voto de los bogotanos.
Nació en Bogotá el 13 de noviembre de 1973, es abogada especializada en resolución de conflictos de la Universidad Javeriana, realizó un máster en Gestión de las Ciudades del Siglo XXI en la Universidad Abierta de Cataluña. En el año 2002 fue elegida como representante a la Cámara y en el año 2006 llegó al Senado de la República, cargo al que renunció el 16 de enero de 2009.
Su renuncia no solo fue del Senado en ese mismo momento tomó la decisión de salir definitivamente del 'uribismo', cuando sus diferencias ideológicas con el Partido de la U, en el que inició su carrera política, se hacían más grandes.
Parody decidió viajar a Estados Unidos a estudiar en Kennedy School of Government en Harvard una maestría en Administración Pública, siempre con el interés de prepararse y regresar a Colombia para lanzarse a la Alcaldía Mayor de Bogotá.
En entrevista con Colprensa. "Esa crítica tenía una finalidad, que era tratar de decir que yo no conocía Bogotá y creo que al primer foro la crítica se acabó, porque los hechos y argumentos hablaban más que la palabra", señaló la candidata.
- ¿Por qué decidió adherir a su campaña a Antanas Mockus?
Hace muchos años había buscado a Antanas, ponle que en el 2005. Busqué a Antanas y él me dijo: mire usted es lo más exquisito del uribismo, pero usted es uribista y no lo comparto. Ahorita nos comenzamos a ver en foros y teníamos coincidencias en casi todo y sobre todo en principios. El proceso de la alianza fue muy enriquecedor, porque Antanas me propuso que me pusiera las gafas para ver lo mejor del otro y eso finalmente saca es lo mejor de uno, que al final se traduce en un proceso único en la historia de Colombia, donde se hace una alianza en la que no se habla de un tema burocrático, sino de principios y programas.
- Usted fue criticada cuando anunció su aspiración a la Alcaldía de Bogotá, porque estuvo en los últimos años fuera del país, ¿cómo ha cambiado esa percepción durante la campaña?
Esa crítica tenía una finalidad que era tratar de decir que yo no conocía Bogotá y creo que al primer foro la crítica se acabó, porque los hechos y argumentos hablaban más que la palabra. Logré presentarme a una de las mejores universidades y pasé, allí hice un master en administración pública, casi todo dedicado a Bogotá. Tuve la oportunidad de encontrar respuestas técnicas a problemas estructurales. Creo que la crítica tenía una finalidad, pero se acabó al primer debate, cuando todo el mundo se dio cuenta que sí conocía Bogotá y es que llevo ya más de diez años estudiándola.
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